La paz es un fruto de saber entender y escuchar las necesidades de los demás antes que las nuestras.
“Cada acción y cada gesto de ustedes hacia el prójimo puede construir la paz. El auténtico constructor de la paz es el que da el primer paso hacia el otro. Y esto no es debilidad, sino fuerza, la fuerza de la paz". -Papa Francisco.
Si queremos trabajar por la paz tenemos que:
- Ser personas dialogantes.
- Aceptar a los demás como son.
- Aceptar a los demás como son.
- No ser
egoístas y no ponernos por encima de todos.
-
Aprender a resolver pacíficamente los conflictos. La paz es un valor que suele perderse fácilmente de vista por múltiples razones.
Cuando una nación entra en conflicto con otra y tenemos que vivir sus guerras o las consecuencias o cuando en la familia los problemas o pleitos comienzan a surgir y comenzamos a apreciar el valor que tiene la paz verdadera.
La paz es algo más que la ausencia de guerra, y no se logra a través de la guerra, al contrario, tiene que ver con la superación o reducción de todo tipo de violencias, física, estructural, psicológica o ecológica, y con nuestra capacidad y habilidad de transformar los conflictos, para que, en vez de tener una expresión violenta y destructiva, las situaciones de conflicto puedan ser oportunidades creativas, de encuentro, comunicación, cambio, adaptación e intercambio.
Mahatma Gandhi, no se cansaba de decir que no hay un camino para llegar a la paz, sino que la paz es el camino para llegar a todas partes.
Es decir, si queremos un estado de paz universal, tenemos que construirla allá donde estemos.
Gandhi también decía que la paz comienza con una sonrisa. Esto implica estar a gusto con uno mismo y con la vida.
Una persona irradia paz cuando es capaz
de sentirse feliz con las cosas más sencillas
como escuchando el canto de los pájaros,
dialogando con los amigos, haciendo cosas
sin esperar nada a cambio...
Las personas que tienen buen humor, que alegran
la vida de los demás, que hacen reír a quien tienen al lado, también harán que
las personas cercanas estén en paz.
El aprendizaje de la paz
la paz debe ser un aprendizaje permanente de tal manera que se constituya
en parte importante de nuestras vidas, como aprender a caminar, respirar o
comer. Precisamente por eso, habría que procurar fortalecer en nuestros niños
su natural tendencia al amor para que no sucumba. Especialistas y estudiosos de
las más variadas disciplinas coinciden en afirmar que la labor educativa en
función de la paz, debe comenzar por la formación de los estudiantes desde las
escuelas básicas en valores éticos y humanos, para luego, en los niveles
superiores intentar la construcción de la paz externa en su comunidad.
Educar para la paz es una forma de educar en
valores. La educación para la paz lleva implícitos otros valores como:
justicia, democracia, solidaridad, tolerancia, convivencia, respeto,
cooperación, autonomía, racionalidad, amor a la verdad... La educación en
valores es un factor importantísimo para conseguir la calidad que propone
nuestro sistema educativo.
“Tenemos que ser el cambio que deseamos ver”
"Hay que poner fin a todos
los conflictos, grandes o pequeños, antiguos o recientes”. -Papa Francisco.
Bibliografía
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